
¿De qué están hechas?
Las prótesis mamarias comercializadas en Europa constan de una cubierta de varias capas de silicona elástica y un relleno de silicona cohesiva de alta densidad que hace que en caso de rotura de la prótesis, no se produzca migración del contenido, quedando éste localizado en la cápsula que rodea a la prótesis. Pueden estar rellenos también de suero, aunque ese tipo de implantes prácticamente no se utilizan en España por presentar las rellenas de silicona mejor resultado estético y mejor tolerancia.
¿Qué tipos hay?
Según la forma pueden ser anatómicos (con forma de lágrima) utilizados sobre todo en cirugía reconstructiva tras el tratamiento de cáncer de mama o en mujeres con escaso tejido mamario que desean un aumento discreto y más natural, localizado principalmente en polo inferior, o redondos con los que se consigue mayor volumen en el polo superior de la mama y zona del escote consiguiendo una forma algo más artificial. La elección de cada uno dependerá de la anatomía de la mama y del objetivo estético que se desee conseguir.
Según la cubierta que envuelve los implantes pueden ser macrotexturizados, microtexturizados o lisos. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes y cual usar dependerá de la forma del implante y del objetivo que se persigue. Actualmente, solo hay en el mercado implantes lisos o microtexturizados, ya que los macrotexturizados fueron retirados en abril de 2019 por su posible relación con un tipo muy infrecuente de enfermedad linfoproliferativa denominada linfoma anaplásico de células gigantes (Ver apartado ALCL). Los implantes anatómicos siempre son microtexturizados ya que tienen menor riesgo de rotación. Además tienen menos riesgo de contractura capsular que los lisos. Los implantes redondos siempre son lisos con los que se consigue un tacto algo más natural y mayor movilidad del implante dentro de su bolsillo.
¿Qué complicaciones son las más frecuentes?
Contractura capsular: consiste en el engrosamiento por una cicatrización excesiva de la cápsula que se forma habitualmente alrededor de la prótesis. Produce deformidad, endurecimiento de la mama y en los casos más evolucionados esta cápsula comprime la prótesis causando dolor. Es la complicación más frecuente, y su riesgo se estima en torno a un 10-15% sin otros factores de riesgo. Este porcentaje puede disminuir cuando se utiliza una técnica cuidadosa y aséptica para no contaminar la prótesis, asociado a profilaxis antibiótica. Es más frecuente en prótesis de superficie lisa colocados por encima del músculo pectoral. Su tratamiento depende de los síntomas, pero en general requiere cirugía para retirar la cápsula y cambiar la prótesis o retirarla.
Malposición o rotación del implante: El riesgo de que el implante se desplace de la posición en la que se coloca inicialmente está relacionado con factores como recibir antes o después de la cirugía radioterapia, un tamaño inadecuado del implante, un tamaño inadecuado del bolsillo que contiene el implante, u otras complicaciones como hematoma o contractura capsular.
La rotación se produce en las prótesis anatómicas de manera que la zona de mayor proyección que habitualmente ocupa el polo inferior de la mama se desplaza hace lateral o medial, cambiando la forma de la mama. El riesgo de esta complicación aumenta en los mismos casos que la malposición. El tratamiento en quirúrgico.
Rotura del implante: es una complicación poco frecuente y cuyo riesgo aumenta con el paso del tiempo, debido al desgaste de la prótesis. Otras causas de rotura son mala calidad del implante o incorrecta manipulación durante la cirugía. En la mayoría de los casos es asintomática, siendo diagnosticada en pruebas de imagen realizadas por otra causa. Cuando la prótesis se rompe, gracias a que su contenido es silicona cohesiva en general no se produce diseminación al organismo, quedando el contenido de la prótesis dentro de la cápsula que la cubre. Su tratamiento es el recambio del implante.
Alteración de la sensibilidad de la areola-pezón: en ocasiones se produce una disminución de la sensibilidad del pezón, que en general es transitoria, y solo en algunos casos será permanente.
Rippling (pliegues visibles), rugosidades o palpación de la prótesis: este riesgo es mayor en mujeres muy delgadas o cuando se colocan las prótesis pos encima del músculo pectoral. Su solución es aumentar el volumen en las zonas afectadas mediante injerto graso (lipofilling) o cambiar el plano donde está colocada la prótesis mediante intervención quirúrgica.
¿Produce cáncer?
Actualmente no existe evidencia demostrada de que las prótesis produzcan cáncer de mama o enfermedades autoinmunes.
¿Hay relación entre los implantes y el linfoma anaplásico de células gigantes (ALCL)?
En los últimos años se ha relacionado un tipo de linfoma muy infrecuente que suele evolucionar de manera favorable con las pacientes portadoras de prótesis mamarias. Su incidencia es baja y se estima entre 1 caso de 3000 a 1 caso de 30000 según distintas series.
Aunque se han descrito casos con todos los tipos de prótesis mamarias, parece que se relaciona con más fuerza con los implantes de superficie macrotexturizada, por lo que éstos fueron retirados del mercado europeo en abril de 2019. Dada su baja incidencia y su evolución favorable en la mayor parte de los casos cuando se trata, no se recomendó a las pacientes retirarse los implantes una vez colocados, siendo recomendable un control periódico del buen estado de las prótesis y de la ausencia de síntomas o signos de alarma.
Los síntomas con los que se presenta son estrictamente locales. Con más frecuencia nos encontramos seroma tardío (acúmulo de líquido alrededor de la prótesis que produce un aumento de volumen), hinchazón y dolor en el pecho.
Cuando aparecen alguno de estos síntomas es necesario recoger una muestra del líquido acumulado y analizarlo.
El tratamiento consiste en la retirada del implante con la cápsula que lo rodea.
¿Hay que cambiarlas cada cierto tiempo?
No. No existe un tiempo establecido para el recambio de las prótesis. En teoría podrían durar de por vida. A pesar de ello, en general suelen presentar algún tipo de complicación que requieran intervención quirúrgica con el paso de los años.
¿Puedo dar el pecho con prótesis?
Sí. No se ha demostrado que exista ningún impedimento para quedarse embarazada ni para dar lactancia materna en las mujeres con implantes. Tampoco se ha demostrado ningún efecto negativo para la madre ni para el bebé. Sí es más recomendable en mujeres que deseen tener hijos colocar la prótesis por el surco submamario, ya que de esta forma se mantiene la mama con sus conductos galactóforos intactos. Lo que debe tenerse en cuenta es que después de un embarazo con o sin lactancia posterior el resultado estético de los pechos suele modificarse y tener un aspecto más caído y menos turgente.
¿Dónde se coloca el implante?
El implante mamario puede colocarse por delante o por detrás del músculo pectoral. En la mayor parte de los casos suele colocarse por detrás del músculo, aunque cada localización tiene sus indicaciones y beneficios en función de criterios que dependen de las características de cada paciente y del objetivo estético que desee conseguir. Por lo tanto, es imprescindible una valoración personalizada de cada caso.
¿Por dónde se coloca?
Hay 3 vías posibles: surco submamario, periareolar o axilar. Actualmente el surco submamario es la vía más utilizada porque presenta numerosas ventajas como menor riesgo de contractura capsular, mejor acceso al plano por debajo o por encima del músculo pectoral donde se coloca la prótesis, cicatriz oculta bajo el polo inferior de la mama, permite modificar la altura del surco submamario en caso de asimetrías y mantiene la glándula mamaria intacta ya que se accede por detrás de la misma. Existen casos concretos, que se estudiarían en la primera visita, en los que podría ser más beneficioso acceder a través de la areola, como por ejemplo mamas con areolas grandes, mamas tuberosas o necesidad de tener que asociar al aumento mamario una elevación de la mama por estar ésta caída.
¿Necesito controles del estado de las prótesis?
Sí. En general es recomendable realizar un control de las prótesis cada 2 años. Estos controles consistirán en la exploración física realizada por su cirujano plástico, asociada a alguna prueba de imagen en algunos casos seleccionados.
¿Puedo hacerme mamografías para la detección precoz del cáncer de mama?
Sí. La colocación de implantes mamarios no impiden realizar mamografías, principalmente si se colocan por detrás del pectoral. Además, no se ha podido demostrar que la realización de mamografías esté relacionada con mayor riesgo de rotura u otras complicaciones del implante. Tampoco dificultan la detección de cáncer de mama en las pruebas de imagen.
Si tienes alguna otra duda o quieres hacernos más preguntas puedes ponerte en contacto con MRS Cirugía Plástica a través del teléfono 621 02 28 13 o por email contacto@mrscirugiaplastica.com
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