Mommy Makeover es un término que define un conjunto de procedimientos quirúrgicos que se realizan en la misma intervención con el objetivo de recuperar el aspecto previo a un embarazo.

Tras un embarazo y lactancia posterior, se producen cambios en nuestro cuerpo que en muchas ocasiones no recuperan su aspecto previo y que alteran nuestra propia imagen. Las zonas más afectadas son el abdomen, las mamas y las caderas.
El abdomen acumula grasa y la piel queda flácida, apareciendo en ocasiones estrías. Además los músculos abdominales pueden quedar débiles, separándose en el centro, lo que se denomina diástasis de rectos abdominales, lo que produce abombamiento abdominal, debilidad e incluso dolor lumbar.
Las mamas con el embarazo y la lactancia aumentan de tamaño y posteriormente pierden volumen, quedando unas mamas más caídas, con exceso de piel y, en ocasiones, aparición de estrías.
En caderas, flancos y espalda se distribuye durante el embarazo la grasa de manera específica, pudiendo permanecer tras el parto acúmulos que previamente no existían.
¿En quién está indicado?
En mujeres que tras dar a luz no consiguen recuperar su aspecto previo, sintiéndose incómodas con su nueva imagen corporal y deseen mejorarla.
Primera consulta
Durante la primera visita de una mujer que desea mejorar su silueta tras un embarazo valoraremos las zonas descritas previamente:
Abdomen: exploraremos la cantidad de piel y grasa sobrante, el estado de los músculos abdominales, la presencia de hernias, estrías o de cicatriz de cesárea.
Mamas: valoraremos la cantidad de piel en exceso y la necesidad de aportar volumen.
Grasa: la paciente nos indicará las zonas en las que la grasa acumulada durante el embarazo no ha desaparecido por completo a pesar de una alimentación adecuada y la realización de ejercicio físico. Para retirar esos acúmulos de grasa y definir la silueta se realizará una liposucción. Las zonas más habituales con caderas, flancos y espalda.
Posteriormente se realiza una planificación individualizada según las necesidades de cada paciente, ya que en ocasiones no es necesario intervenir todas las zonas descritas previamente o es necesario realizar alguna cirugía adicional como reducción o reparación de labios menores.
Con toda esta información se determinará el plan quirúrgico y si es posible y, fundamentalmente seguro, realizar todos los procedimientos necesarios en una sola intervención.
Es importante que en la consulta previa a la intervención comunique a las doctoras si fuma (en este caso deberá dejarlo 1 mes antes y después de la cirugía), si toma alguna medicación como aspirina o sintrom o si tiene alguna cirugía previa en la zona abdominal o el parto ha sido por cesárea. Además deberás adquirir una faja abdominal que llevarás al ingreso para colocarla al terminar la cirugía.
Cirugía
Se realiza siempre en quirófano en un Hospital bajo anestesia general. La duración de la cirugía es variable en función de los procedimientos que se realicen, pero suele durar entre 5 y 6 horas.
Lipoabdominoplastia
La cirugía se inicia con la infiltración en las zonas con grasa localizada de una solución con suero, anestésico local y adrenalina para disminuir las molestias postoperatorias y la pérdida de sangre durante la cirugía. Se extrae la grasa necesaria mediante liposucción con cánulas a través de pequeñas incisiones de 0,5 cm hasta conseguir una buena silueta. Posteriormente se realiza una incisión horizontal de una cadera a otra pasando por la zona más inferior del abdomen, donde se junta con el inicio del pubis. Se hace otra incisión alrededor del ombligo para separarlo de los tejidos de alrededor y transponerlo en su lugar tras estirar la piel del abdomen. Se separa la piel de los músculos abdominales hasta llegar a las costillas y el final del esternón. Se repara la pared abdominal, juntando los músculos en la zona central, tensándolos. Finalmente se estira la piel, se elimina la grasa y piel que sobran, se colocan dos drenajes y se cierra la piel.
Con la abdominoplastia también se pueden corregir secuelas del embarazo como hernia umbilical, cicatriz de cesárea o definición de forma de la forma del ombligo (umbilicoplastia).
Cirugía de mamas
En general, es necesario realizar una Mastopexia que puede asociarse a otros procedimientos de relleno como el lipofilling o colocación de prótesis. Menos frecuente es tener que realizar una reducción mamaria.
A través de una incisión periareolar o una en T invertida desde la areola al surco submamario, se moldea el tejido mamario, eliminando el exceso de piel en caso necesario. Si vamos a colocar un implante, se crea un bolsillo y se coloca la prótesis, directamente debajo del tejido mamario o debajo del músculo pectoral. Si se va a usar tu propia grasa para rellenar la mama y conseguir un aspecto más redondeado y juvenil, se procesará la grasa obtenida al principio de la intervención para eliminar de ella todo aquello que no son células grasas y se realizará el injerto de grasa previamente al cierre de las incisiones.
Al terminar la cirugía se coloca una faja abdominal y un sujetador o vendaje para limitar el edema y ayudar a la readaptación de la piel sobre la musculatura abdominal.
Recuperación
Tras la cirugía es normal encontrarse cansada y molesta la primera semana. Sentirás tirantez y dolor moderado en las zonas operadas, especialmente si se coloca un implante bajo el músculo en las mamas, que serán controlados con analgesia. Deberás caminar semiflexionada sin estirar el tronco por completo unos 15 días para evitar aumentar la tensión en la herida. Los puntos se retirarán en unos 10 días. Posteriormente, se darán indicaciones de tratamiento sobre las cicatrices para que su resultado sea óptimo y así hacerlas lo menos visibles posible cuando estés sin ropa, teniendo en cuenta que por su localización quedarán escondidas bajo la ropa interior o el bikini.
Las primeras semanas es normal verse hinchada. Deberás llevar la faja y el sujetador durante 1 mes, 24 horas al día, para disminuir en parte este acúmulo de líquidos y para favorecer la retracción de la piel y su adaptación a la nueva silueta. Posteriormente, la llevarás 2 semanas más durante 12 horas al día. Tan importante o más que la cirugía es ser riguroso a la hora de llevar la faja, ya que de ello depende que el resultado sea óptimo. Podrás llevar sujetadores con aro o encajes a partir de los 5-6 meses de la cirugía.
Los drenajes se retirarán en la primera consulta de revisión a los 5 días de la cirugía, siempre que no se acumule más de 30ml al día.
A partir de la primera semana será beneficioso el tratamiento mediante drenaje linfático manual para disminuir antes el edema y mejorar la retracción cutánea, evitando la flacidez.
Necesitarás cierto reposo durante 2 semanas, pudiendo reincorporarte a la actividad habitual a partir de entonces, siempre teniendo en cuenta que debes llevar la faja y sujetador y no cargar peso ni realizar esfuerzos. Es recomendable caminar distancias cortas desde el día del alta para evitar la formación de trombos en las venas y mejorar la circulación de la sangre. Para poder realizar actividad deportiva deberán haber pasado 8 semanas. Tendrás que aplicar hidratación y proteger las cicatrices del sol hasta 1 año tras la cirugía para conseguir que progresivamente la cicatriz cambie del color rojo inicial al blanco definitivo.
Riesgos
En MRS Cirugía Plástica contamos con Cirujanas Plásticas cualificadas que realizan las cirugías en quirófanos con todas las garantías. Sin embargo, existen riesgos propios de cualquier cirugía y posibles complicaciones como hematoma o seroma (acúmulo de líquido localizado) que pueden requerir o no drenaje, o infección que se tratará con antibióticos y que podría prolongar la estancia hospitalaria.
Podrían producirse problemas de cicatrización o necrosis localizada alrededor de las cicatrices, sobre todo en personas fumadoras, aumentando el número de curas necesarias y prolongando la recuperación. En estos casos, a veces es necesaria una pequeña intervención con anestesia local pasados unos 6 meses de la cirugía para mejorar el resultado de la cicatriz.
Tras la cirugía pueden producirse alteraciones de la sensibilidad en abdomen o la areola y el pezón recuperándose en un plazo de meses, aunque en ocasiones puede quedar alguna zona localizada con menor sensibilidad de manera prolongada.
En caso de realizar injerto graso existe el riesgo de que parte de la grasa se necrose o forme algún quiste. En caso de colocar implantes, a medio-largo plazo existen complicaciones específicas como contractura capsular, rotura del implante o desplazamiento del mismo.
Además, como en todas las intervenciones, existen riesgos asociados a la anestesia que son muy infrecuentes dado que contamos con un equipo de anestesistas con amplia experiencia en este tipo de cirugías.
Para minimizar los riesgos se deben seguir cuidadosamente las indicaciones dadas, tanto antes como después de la cirugía.
Resultados
No son inmediatos. La silueta definitiva se logrará de manera progresiva, comenzando a ver los resultados a partir de la 3ª o 4ª semana y mejorando día a día hasta 4-6 meses tras la intervención. La forma conseguida será definitiva siempre que se mantenga un estilo de vida saludable, alimentándose de manera equilibrada y practicando alguna actividad física durante la semana. Otro embarazo también hará que se modifique el resultado obtenido.
El grado de satisfacción con esta cirugía es muy alto, ya que se consigue una remodelación completa del cuerpo.


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