Botox contra el sudor excesivo

La sudoración es algo natural, un mecanismo de nuestro cuerpo para regular la temperatura corporal, principalmente en épocas de calor como esta o cuando por ejemplo hacemos ejercicio. Depende de factores hormonales y en ocasiones es excesiva y se denomina hiperhidrosis

¿Qué es exactamente la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis puede llegar a ser tan intensa que genere problemas en la vida diaria a la hora de relacionarse con otras personas o aparición de lesiones asociadas con la humedad como grietas cutáneas, infecciones por hongos, picor o enrojecimiento.

En pocas ocasiones la hiperhidrosis puede tener una causa secundaria, afectará a todo el cuerpo y requerirá un estudio médico. Lo más habitual es que la hiperhidrosis sea primaria, es decir, sin causa médica y en respuesta a estímulos como el estrés, ansiedad o miedo. En este caso suele localizarse en zonas del cuerpo, siendo las más comunes palmas de manos, plantas de pies y axilas. 

Para estos casos de hiperhidrosis primaria y localizada existen tratamientos múltiples mediante antitranspirantes, medicamentos… que suelen ser poco eficaces o mediante cirugía que es un procedimiento invasivo y que puede producir sudoración compensatoria en otras zonas del cuerpo.

Hiperhidrosis y botox

La toxina botulínica o botox se ha situado por todo ello como uno de los tratamientos más eficaces y más sencillos de aplicar  en estos casos. La misma toxina que usamos para paralizar los músculos de la frente y evitar la aparición de arrugas con el tiempo, se utiliza para este tratamiento. Actúa de la misma manera, impidiendo la liberación en las terminales nerviosas que van a las glándulas sudoríparas de una sustancia (la acetilcolina) fundamental para que se genere el sudor. Este bloqueo es transitorio, ya que el organismo genera otras terminales nerviosas nuevas con el paso del tiempo.

El botox se aplica mediante inyecciones superficiales en el área a tratar con una aguja de muy pequeño calibre. Se realiza en consulta y se tarda unos 15 minutos en realizarlo. En el caso de las axilas no requiere anestesia ya que se tolera muy bien. En caso de palmas y plantas se realizan bloqueos anestésicos nerviosos para evitar el dolor. Los efectos secundarios son escasísimos, limitándose prácticamente a la posibilidad de aparición de algún hematoma, enrojecimiento en las primeras horas y generación de anticuerpos contra la toxina que suponga una duración corta del efecto conseguido.

El efecto beneficioso tarda unos 3-6 días en aparecer y dura unos 6 meses de media, pudiendo repetirse en ese momento el tratamiento.

Se trata por tanto de un procedimiento muy eficaz, simple de aplicar y mínimamente doloroso que da solución a un problema que puede llegar a afectar mucho la vida de quien la sufre.


Si tienes dudas o quieres más información no dudes en visitar nuestra web o pedir cita. Nuestras cirujanas plásticas estarán encantadas de valorar tu caso y aconsejarte sobre el mejor tratamiento para ti.

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