La liposucción consiste en la eliminación de los acúmulos de grasa persistentes a pesar de una alimentación equilibrada y actividad física. De esta manera se consigue moldear la silueta corporal haciéndola más armónica.
Es una de las intervenciones de cirugía estética más demandadas. Pese a ello conviene conocer varios aspectos de la liposucción antes de decidirte por ella. Como en todas las intervenciones de cirugía estética y los tratamientos de medicina estética, conocer las expectativas reales, así como los beneficios y riesgos, resultan imprescindibles.


La pérdida de peso no es su objetivo principal. La liposucción reduce la acumulación de grasa en zonas localizadas. Sin embargo, no se recomienda como intervención que ayude a bajar de peso. Para este cometido trabaja la cirugía bariátrica o de la obesidad.

Con esta técnica se puede extraer la grasa mediante aspiración de varias zonas como abdomen, caderas, flancos, muslos, pantorrillas, rodillas, tobillos, espalda, brazos, cuello…

Con esta cirugía no se elimina la celulitis. Para ello existen otros tratamientos médico-estéticos disponibles.

Esta intervención se realiza siempre en quirófano, y en función de la extensión de la liposucción y de las zonas a tratar se puede realizar con anestesia local y sedación, anestesia epidural o con anestesia general.

Los riesgos son escasos cuando la cirugía la realizan cirujanos plásticos cualificados y ésta está bien indicada. En casos con grandes cantidades de extracción de grasa en un solo procedimiento estos riesgos aumentan.
Es frecuente percibir menos sensibilidad o acorchamiento en las zonas tratadas, en general de manera transitoria, recuperándose en un plazo de pocas semanas.

Los resultados pueden ser permanentes. Una dieta equilibrada y un buen plan de ejercicio físico permiten mantener los resultados de la liposucción.

Paciencia en el postoperatorio. La silueta final definitiva se logrará de manera progresiva, comenzando a ver los resultados a partir de la 3ª o 4ª semana y mejorando día a día hasta 4-6 meses tras la intervención.

En ocasiones, se puede utilizar la grasa extraída para rellenar otras zonas que lo necesiten, proceso que se conoce como lipoescultura o remodelado corporal mediante injerto graso o lipofilling.
Las áreas corporales susceptibles de ser mejoradas mediante injerto graso son mamas, glúteos, pómulos, ojeras, cicatrices, secuelas de traumatismos…

Como siempre, lo más importante antes de cualquier tratamiento es tener la información adecuada de manos de profesionales. Comprueba siempre que tu cirujan@ tiene la formación necesaria y está inscrit@ en la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. En MRS Cirugía Plástica estaremos encantados de informarte acerca de cualquier duda que pueda surgirte.