Tanto el ácido hialurónico como la grasa autóloga son materiales de relleno que se emplean en los tratamientos de rejuvenecimiento facial para tratar las pérdidas de volumen, responsables de las arrugas, los pliegues y hundimientos. Debido a esa pérdida de volumen y tejido graso, el envejecimiento facial se hace especialmente visible en la zona de debajo de los ojos y de los pómulos.
Pero, ¿sabemos las diferencias?
El ácido hialurónico es un producto biológico que, de forma natural, está presente de nuestros tejidos. Como parte del envejecimiento, su presencia se va reduciendo por lo que los tejidos pierden hidratación y volumen. Los rellenos de ácido hialurónico son productos sintéticos que se inyectan directamente en la piel, a diferentes niveles según necesidad, a fin de reponer ese ácido hialurónico propio que, como decimos, se va perdiendo. Como resultado, se consigue restaurar volumen y recuperar ese aspecto hidratado y brillante una piel joven. El uso abusivo de los rellenos de ácido hialurónico confiere al rostro ese aspecto abotargado y artificial que tan poco nos gusta ver.
El lipofilling, como ya hemos explicado en otras publicaciones, es una técnica que consiste en la extracción de grasa del propio paciente para su posterior reinyección en las zonas donde se pretende recuperar el volumen. Más allá del efecto de restauración de volumen, el lipofilling aporta una gran ventaja sobre el ácido hialurónico: las células grasas son ricas en factores de crecimiento por lo que, la inyección de éstas, condiciona la activación de una serie de mecanismos fisiológicos que estimulan a los tejidos periféricos, los “invitan” a regenerarse. Con ello la actividad celular, la hidratación, la síntesis de colágeno y elastina se estimulan de forma natural.
Ventajas e inconvenientes
Cuando los utilizamos en el tratamiento de las ojeras, ambos productos comparten como ventajas que la aplicación es sencilla, se realiza de forma ambulatoria y se puede hacer vida normal el mismo día con unas mínimas recomendaciones.
La grasa, como hemos comentado antes, además nos aporta factores de crecimiento que nos ayudará a mejorar la calidad de la piel, restaurando los tejidos y tendrá un resultado muy natural y más duradero que el ácido hialurónico. Es además un tratamiento más económico a largo plazo, especialmente en el caso de que se necesiten tratar más zonas.
¿Los resultados son definitivos?
Ninguno de los rellenos son definitivos pero, es cierto, que el ácido hialurónico tiene una vida mucho más limitada, aproximadamente 6-8 meses. La grasa, sin embargo, puede mantener el resultado hasta 12-18 meses con la ventaja adicional de que casi siempre una parte del relleno permanece.
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